lunes, 21 de mayo de 2012

Es más fácil de lo que parece...

Buenas tardes! En esta ocasión quisiera hablarles de algo que muchas veces nos sucede en la vida… y cuando somos cristianos, pues nos sucede con más frecuencia… Se trata de esos momentos en los que  sabes que algo no está bien, que no debemos de hacerlo, pero hay demasiados sentimientos involucrados como para dejarlo. Es una situación sumamente difícil, pero con una sola salida.
Me refiero a esas situaciones en las que te encuentras entre la espada y la pared, en las que sabes que no lo estás haciendo bien, o que no deberías de hacerlo o pensarlo, pero no tienes la suficiente fuerza para dejarlo y  seguir adelante.
Pues hoy quiero decirte que Es más fácil de lo que parece, sólo debemos de dejarlo en manos de Dios y pedirle que nos dé la fortaleza para hacerlo.  
Reconocer que estamos mal es el primer paso para superarlo, después de hacerlo lo demás es cuestión de orar sin cesar, respirar profundo y no mirar atrás. Dios se encargará del resto. Tu tranquil@!
 
POR QUÉ DEBEMOS DEJAR DE HACERLO???!!!
He aquí la respuesta: porque no debemos contristar al Espíritu Santo.
Pero "¿Qué significa contristar / apagar al Espíritu Santo?"
Cuando la palabra “apagar” es usada en la Escritura, está hablando de reprimir el fuego. Cuando los creyentes se ponen el escudo de la fe, como parte de la armadura de Dios (Efesios 6:16), ellos están reprimiendo el poder de los dardos de fuego de Satanás. Cristo describe el infierno como un lugar donde el fuego nunca se “apaga” (Mr. 9:44, 46, 48). De la misma manera, el Espíritu Santo es un fuego que mora en cada creyente. El quiere expresarse a Sí mismo en nuestras acciones y actitudes. Cuando los creyentes no permiten que el Espíritu sea visto en sus acciones, cuando hacemos lo que sabemos que está mal, entonces reprimimos o “apagamos” al Espíritu. No permitimos que el Espíritu se revele a Sí mismo de la manera que Él lo desea.

Para comprender lo que significa “contristar” al Espíritu, debemos entender primeramente que este es una característica de la personalidad. Sólo una persona puede ser “contristada”; por lo tanto, el Espíritu debe ser una persona para poder tener esta emoción. Una vez que comprendemos este aspecto, podemos entender mejor cómo Él es “contristado,” especialmente porque nosotros también somos contristados. Efesios 4:30 nos dice que no debemos “contristar” al Espíritu. Basémonos en el pasaje para entender lo que Pablo quiere decirnos. Podemos “contristar” al Espíritu al vivir como paganos (4:17-19), al no oponer resistencia a nuestra naturaleza de pecado (4:22-24), al mentir (4:25), al airarnos (4:26-27), al robar (4:28), al maldecir (4:29), al amargarnos (4:31), al no perdonar (4:32), al cometer inmoralidad sexual (5:3-5). “Contristar” al Espíritu es actuar de manera pecaminosa, ya sea de pensamiento y hechos, o solamente de pensamiento.

“Apagar” y “contristar” al Espíritu son ambos similares en sus efectos; ambos impiden un estilo de vida piadoso. Ambos suceden cuando un creyente peca contra Dios y sigue sus propios deseos mundanos. El único camino correcto por seguir es el camino que lleva a un creyente más cerca de Dios y la pureza, y más lejos del mundo y el pecado. Así como a nosotros no nos gusta ser contristados, y así como tampoco buscamos reprimir lo que es bueno – así también no debemos contristar o apagar al Espíritu Santo al rehusar escuchar Su guía.
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Gracias por leer!!! Dios te bendiga!!!

2 comentarios:

  1. Muy cierto lo que dices. Tienes un precioso blog, espero regresar.

    Bendiciones ;)

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