Esta mañana cuando buscaba mi cadenita preferida, la cual suelo extraviar la mayor parte del tiempo, me di cuenta de algo, por primera vez en mucho tiempo fui paciente…
Me explico, al buscar mi cadenita no la encontraba por ningún lado, miré a todas partes, pero fue en vano; entonces, me detuve por un instante, y me dije “ya aparecerá”, continúe arreglándome para ir al trabajo, y a los pocos segundos la vi, estaba ahí justo en frente de mi; una sonrisa se reflejó en mi rostro, y en ese pequeño momento, con algo tan simple como eso, entendí que Todo llega cuando lo dejamos de buscar.
Mientras continuaba con mi faena diaria, me quedé meditando en lo sucedido, y a mi mente llegó un pensamiento, al igual que como no me di cuenta que mi cadenita estaba ahí todo el tiempo, y así como no pude verla cuando la buscaba, así mismo sucede en el amor, buscamos desesperados encontrar la persona ideal, el amor verdadero, y sin darnos cuenta muchas veces esa persona siempre ha estado ahí, pero no la vimos por nuestro afán de buscar más allá.
Para encontrar el amor, debemos dejar de buscarlo, pues éste llega solo, sin muchos bombos y platillos. A veces llega hasta sin avisar…
“La desesperación es parte del fracaso”, y “la soledad es mala consejera”, estas dos frases evidencian que Nunca es bueno tomar decisiones de manera apresurada y mucho menos cuando estemos pasando por momentos difíciles.
La palabra no se equivoca cuando dice en Filipenses 4:6-7:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Este principio se aplica a todo, no sólo se refiere a peticiones, sino también a cosas simples que nos ocurran en el día a día, como cuando buscamos el control de la TV o cuando le pedimos a alguien que nos pase algo y esa persona no lo encuentra; en lugar de afanarnos, y decir algunas palabras un poco "fuera de tono", debemos respirar profundo y contar hasta diez, jeje… Sí, parece trillada la frase, pero funciona!!
Si te tomas unos segundos, haces una pausa, y miras detenidamente a tu alrededor, encontraras aquello que buscabas…
Y lo más chistoso es… que siempre estuvo frente a nuestros ojos, pero estábamos demasiados afanados (desesperados) para encontrarlo.
Recuerda q Todo llega… Cuando tiene q llegar!!!
Gracias por leer… Dios te bendiga mucho!!!
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